jueves, 23 de enero de 2020

MI VIDA Y MIS PLANES

A veces me gustaría mirar al horizonte y saber que va ser de mi vida, pero si algo he aprendido es que las cosas solas toman su rumbo.
Hace no mucho tiempo, mi vida giraba en torno a un solo plan. Ese plan consistía en algo tan complicado y el más importante que hasta me llevó tiempo adaptarlo a mi vida. Cuándo más segura me sentí del rumbo y la decisión más grande de mi vida, cuándo más consciente me sentía... La vida misma me lo arrebató todo.
Volví al lugar que no tiene rumbo, tomé malas decisiones, puse en peligro mi vida y dejé de pensar en los que me querían. Cuando mi plan se derrumbó, la vida me puso en ceros, en el hoyo más profundo, en ese abismo dónde no hay ni adelante ni atrás, solo en medio, ni avanzar ni retroceder, únicamente estar perdida y estancada. Estar en ese lugar dónde no entiendes nada pero tampoco aceptas el querer entenderlo, hay mucho miedo y al mismo tiempo mucho peligro de uno mismo. Estás en tu lado más oscuro dónde tú eres tu propio enemigo, de verdad que no puedes confiar ni en ti mismo. No hay posibilidad de reconocerte y saber quién eres...

No sé en qué momento llegué hasta aquí ni cómo lo conseguí, si alguien me preguntara, le diría que deje de joder y se escuche a sí mismo, pues no hay reglas, rituales, religiones, terapias... sólo estás tú, eres quién vino a salvarte.

Ahora pienso que si pudiera saber mi futuro, decidiría no hacerlo.
La reconciliación conmigo misma no tiene tiempo en futuro ni en pasado.

Aprendí también que no  hay plan por lo pronto y si decidiera hacer uno, cualquiera que fuera, sencillo o complicado, siempre  será el más importante de mi vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario