viernes, 12 de junio de 2020

Algo de optimismo

Sucede que todo este tiempo he buscado tanto mi soledad y lo que he conseguido después de renegar, es valorar a los que no quieren dejarme sola.
Quizá cuándo deseé estar acompañada para compartir, voy a valorar mi soledad porque entonces no van a ver necesario acompañarme.

Entre menos lo pienso, más lo entiendo, a veces creo que lo comprendo tanto que ya no hace falta hablar más sobre el tema, todo lo que no siento, es innecesario, lo amo y por ahora ya no se puede hacer más, por ahora no se me ocurre nada.

Nada va volver a ser igual, no se sabe por dónde empezar y la intriga de la amargura después de las heridas a veces quema en el estómago.
A ver cómo le hacemos!

El peor castigo es el que se pone uno mismo cuándo la mente crea la culpa.
Toca convertirse en su propio gran amor y estoy segura que hay tanto para dar, se siente en el pecho la sensación de conocer el amor de verdad.
Es una fuerza del universo para poder vivir una vida llevadera. Lo más complicado.

Sólo estamos cansados, recorrimos mucho en poco camino pero estamos más fuertes que nunca.

A veces quisiera ayudar más de lo que me permiten pero es imposible, realmente cada mente es un universo completo.
Hubiera querido comprensión en mi universo, más confianza en mi alma, que entendiera mis buenas intenciones pero siento qué él quería lo mismo.
El ego en el que trabajamos desde que nacimos, no nos permitió ver el amor en ese momento. Desafortunadamente la mayoría de nosotros trabajamos en construir un ego gigante en lugar de construir nuestro amor y todo lo que conlleva.

Y nadie tiene la culpa. Lo que nos pasó de niños y muchas situaciones en la vida, no las elegimos.
A veces trabajar o hacer las cosas lo mejor que uno puede, no es suficiente para nuestro ego. Pero si lo hacemos a un lado, sólo nos queda estar agradecidos.

Quiero tanto de lo profundo de mi alma!
Es maravilloso hundirse en el amor sincero!






viernes, 28 de febrero de 2020

LUCIDÉZ?

Voy volando en el ala derecha del avión entre cerros, carretera, curvas, pero no muy alto, aunque sinceramente no voy preparada y me duelen los ojos por el viento tan fuerte, la piel de frío, mis brazos de sostenerme para no caer, llevo todas las fuerzas en mis brazos y mente. No tengo miedo, lo puedo disfrutar.
Por fin veo que baja el avión y entramos en un túnel, dónde el final es la frontera, dónde también terminan los cerros y comienza el mar. El fuselaje va lleno pero nadie baja, sólo yo, ya que soy la única que no lleva derecho de abordaje, soy la única que viaja fuera del avión y no dentro.
Al bajar, dos tipos me esperan con la intención de tocarme, volteo al fina del túnel y miro 2 mujeres de seguridad a las cuales les hago señas para que me ayuden, ellas con su expresión corporal me expresaron que era normal y era parte del protocolo... gracias a Dios no pasó nada más que en el deseo de ellos.
Camino hacia las mujeres y me empiezan a preparar para volar(me pusieron ropa adecuada, lentes etc...) "estás lista".
Pensé mientras el avión cargaba combustible, ya era de noche, todos iban dentro y sólo yo, fuera.
En ese momento me encontré completamente lúcida y me di cuenta de que todo lo que había pasado no pudo haber sido verdad. -Cómo habría podido yo sobrevivir a viajar sola, colgada del ala del avión a esa velocidad sin caer o morir?-
Normalmente para mí es todo más sencillo después de volverme la directora de mis aventuras lúcidas y hago lo que se me da la gana, pero ésta vez no fue así, algo no cuadraba dentro de mi experiencia y conocimiento.
No quise volar, no acepté aunque para mí era muy tentador volar tan alto, lúcida, de noche, de bajo  el mar y sin protección y no entendía por qué, les dije a las chicas de seguridad que no iba a volar, iba a esperar un autobús que me llevara a casa y no pasar la frontera. Todos se sorprendieron, muchas de las personas que iban dentro del avión, bajaron para tratar de convencerme, algunos decían que era su sueño pero que era la única con esa capacidad de lucidez, que no eran capaces de volar fuera,  por eso volaban dentro. Nadie logró convencerme.
Una chica de seguridad, quitándose el uniforme, me dijo que si yo no aprovechaba la oportunidad, ella sí lo iba hacer, corrío detrás del avión que ya iba a despegar y se fue.
Yo esperé el autobús regreso a casa y pasaban varios pero ninguno me llevaba, hasta que alguien me dijo que ya no iba a pasar, que la única opción era tomar un autobús que cruzara la frontera y que en vez de tardar algunas horas en llegar a casa, iba a tardar varios días o hasta meses. Me subí. Fue la peor experiencia que he tenido en autobús, nada disfrutable, de un lado una montaña y del otro lado una barranca y de bajo el mar. No sé si el chofer iba drogado o tenia mucha prisa, pero vaya adrenalina!
Voltié a mi derecha y vi una chica que no veo hace más de 10 años, platicamos mucho, más que paticar; conectamos.
El autobús hizo una parada en una playa, me aparté un poco de todos para poder contemplar el paisaje y relajarme un poco antes de volver a ese monstruo de autobús. Al mirar a playa y estaba vuelta loca, el mar era un caos, revuelto, picado, el agua negra... Horrible. Recordé la chica de seguridad que se subió en mi lugar sin protección, recé por ella y me enteré que cayó y no pudieron salvarla, murió.
Volví a dónde estaban todos los del autobús, estaba un señor en situación de calle dando perritos en adopción, yo no quise adoptar ninguno pero la chica con la que venía platicando, adoptó 2. Le dije que le podía ayudar con uno durante el camino, y al llegar a casa, le ayudaba a cuidarlo una semana mas, le pedí su dirección para llevarle el perrito una vez cumplido el plazo y la chica me dijo que no quería darme su dirección, aceptó la ayuda que le ofrecí pero ya no hubo más contacto.

jueves, 23 de enero de 2020

MI VIDA Y MIS PLANES

A veces me gustaría mirar al horizonte y saber que va ser de mi vida, pero si algo he aprendido es que las cosas solas toman su rumbo.
Hace no mucho tiempo, mi vida giraba en torno a un solo plan. Ese plan consistía en algo tan complicado y el más importante que hasta me llevó tiempo adaptarlo a mi vida. Cuándo más segura me sentí del rumbo y la decisión más grande de mi vida, cuándo más consciente me sentía... La vida misma me lo arrebató todo.
Volví al lugar que no tiene rumbo, tomé malas decisiones, puse en peligro mi vida y dejé de pensar en los que me querían. Cuando mi plan se derrumbó, la vida me puso en ceros, en el hoyo más profundo, en ese abismo dónde no hay ni adelante ni atrás, solo en medio, ni avanzar ni retroceder, únicamente estar perdida y estancada. Estar en ese lugar dónde no entiendes nada pero tampoco aceptas el querer entenderlo, hay mucho miedo y al mismo tiempo mucho peligro de uno mismo. Estás en tu lado más oscuro dónde tú eres tu propio enemigo, de verdad que no puedes confiar ni en ti mismo. No hay posibilidad de reconocerte y saber quién eres...

No sé en qué momento llegué hasta aquí ni cómo lo conseguí, si alguien me preguntara, le diría que deje de joder y se escuche a sí mismo, pues no hay reglas, rituales, religiones, terapias... sólo estás tú, eres quién vino a salvarte.

Ahora pienso que si pudiera saber mi futuro, decidiría no hacerlo.
La reconciliación conmigo misma no tiene tiempo en futuro ni en pasado.

Aprendí también que no  hay plan por lo pronto y si decidiera hacer uno, cualquiera que fuera, sencillo o complicado, siempre  será el más importante de mi vida.